06 octubre 2005

Ah la lá!

Tengo una hoja en blanco, un mundo de posibilidades abierto frente a mí. Y este cosmos que se muestra transparente a mis ojos decido compartirlo con ustedes, mis lectores.
Siempre uno cree que el escritor sabe lo que hace cuando se enfrenta a su creatividad. Hoy se me demuestra que no. No es que me considere un escritor consumado, pero al estar escribiendo me convierto en, o al menos intento llegar a serlo. Quizá peco de vanidad, pero se debe apuntar alto si se quiere llegar lejos.
Sigo enfrente de mi hoja en blanco, ningún pensamiento me viene a la cabeza. Necesito mi musa, mi inspiración, un toque de ángel que eleve mi raciocinio para poder expresar la inmensidad que verte de mi interior. No llega. Esperemos que lo haga otro día.

2 comentarios:

Fernando Travaglini dijo...

no sabia que escribias tan bien... siempre con falta de ortografías... no se... nunca se me ocurrió... me tapaste la boca.

Socram dijo...

No soy solo una cara bonita. Tengo sentimientos.
Y lo de la ortografía es un problema que no logro solucionar, a pesar de la existencia del Microsoft Word