05 noviembre 2005

Viaje interdimencional

Llega a la velocidad del sonido e irrumpe en mi cabeza de improvisto. Suena en toda la habitación. La melodía toma posesión de todo lo que toca. Estremece hasta lo más íntimo del corazón. Hace temblar los tímpanos y genera un torbellino imparable de emociones. Es un éxtasis provocado desde tiempos inmemoriales, viaja a través del tiempo y me lleva lejos, bien lejos, me siento tan solo un grano de arena en un playa de kilómetros de largo.
¿Cómo defenderme frente al temblor de 6 cuerdas, el viento de un saxo, el trueno de un platillo o el llanto de un violín? Esta tormenta de emociones no deja espacio para la distracción, me despierta los sentidos y mantiene en un total rapto de locura. Es más dulce que el azúcar, más fuerte que el acero, más calma que el ojo del huracán, más enviciante que cualquier droga. Si dijera que no me siento sería, ipso facto, un mentiroso. Hay un tema para cada persona y para cada momento de la vida. Este es el mío ahora y me conduce por sendas inexploradas. Compuesta con sensaciones fuertes, sentimientos encontrados, enloquecedores, dolores desgarrantes, alegrías extremas, crea un sinfín de emociones, un mar de éxtasis.
En este momento llega de frente para darme una cachetada, me da vuelta la cabeza, escalofríos recorren mi espalda, mi alma abandona la habitación. Los colores de las cortinas bailan al ritmo de los timbales, los retratos cantan ebrios de gozo, los libros recogen esas notas, vuelan alrededor mío y todo se llena de vida. Una vida que solo puede experimentarse en unos segundos extremos. Demasiado corto, insuficiente.

Todo es silencio ahora. Jadeante recupero la vida, lo que vi no es más. Así vino con una melodía y con el último compás me abandonó.

Un momento…

Ahí viene la próxima canción, en unos minutos vuelvo…

3 comentarios:

Socram dijo...

Otra puerta al Mundo Emboltido

breton dijo...

ipso facto: era un temazo.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Socram, como la canción, hay un ritmo ascendente... y la escena es clarísima.

:-)

Todo lo musical me convoca, cuando es
delicado o fuerte, bello.