Iba caminando, medio borracho, zizagueando por la vereda de una ancha avenida dirigiéndome hacia mi casa, mi cama. Al menos eso esperaba, en mi estado no tenía mucha idea de la dirección y los puntos cardinales los había olvidado en esa última copa de champán. Ya quedándome dormido mientras mis pies se movían todavía al ritmo de la música, llegué a una esquina. En un principio creí ya estar soñando. Lo que tenía frente a mí era cosa de historias míticas, impensadas en nuestros días. Sin embargo no me animé a dar otro paso.
El abismo se abría frente a mí. Ya no había calle, ni baldosas, ni nada. El fin del mundo. La nada. El caos. Como quieran llamarlo, pero ahí estaba desafiante, invitándome a dar el paso. ¿Cómo pasó? No lo sé. Quizá caminé demasiado y me pasé. Nunca lo sabré, pero lo cierto es que llegué. Las cosas que vi no tienen nombre, son inefables. La negrura total y a la vez el vacío blanco, todo entrelazado se revelaba al unísono. Las nubes de nada y caos se movían como monstruos capaces de atemorizar al mismísimo Zeus. Consideré que sería prudente desandar mis pasos y huir de semejante abismo. Di la vuelta y me alejé perplejo sin poder reaccionar. Al rato llegué a casa y me fui a dormir tranquilo en la seguridad de mi cama. No vuelvo a tomar.
El abismo se abría frente a mí. Ya no había calle, ni baldosas, ni nada. El fin del mundo. La nada. El caos. Como quieran llamarlo, pero ahí estaba desafiante, invitándome a dar el paso. ¿Cómo pasó? No lo sé. Quizá caminé demasiado y me pasé. Nunca lo sabré, pero lo cierto es que llegué. Las cosas que vi no tienen nombre, son inefables. La negrura total y a la vez el vacío blanco, todo entrelazado se revelaba al unísono. Las nubes de nada y caos se movían como monstruos capaces de atemorizar al mismísimo Zeus. Consideré que sería prudente desandar mis pasos y huir de semejante abismo. Di la vuelta y me alejé perplejo sin poder reaccionar. Al rato llegué a casa y me fui a dormir tranquilo en la seguridad de mi cama. No vuelvo a tomar.
4 comentarios:
Hasta me mandaste un mensajito de texto rebelandome tu amor... Y NO TE ACORDASSSSSS... TIPICO DE HOMBRE BORRACHO!!!!!!! jajaja! Pero q bueno q no caiste en el abismo... q seria de mi sin vos?
Muy consecuente lo tuyo. Siempre llegas a un lugar donde las cosas se reducen a su minimo exponente, donde el mundo se emboltida (o como sea que quieras verbalizar el adjetivo). Lo que no me gustó de este es que te emborracharas con champagne. A quien queres engañar, magnate?
Eh... eso digo: entré al post y vi al ebrio desolado... desolado.
El champan fue lo último que tomé, no significa que lo único. Pero bueno, no viene al caso. Cosas que pasan
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