24 octubre 2005

Cromagnonando

Ojos cansados, a medio abrir, aliento hediondo, lacto de fuerza en las extremidades, con ganas de comer algo, y sin ganas de empezar a ponerme en ritmo. Pareciera que se tiene la reacción mental del hombre de las cavernas de Cromagnon. El proceso de despertarse no es solo un segundo en el que uno toma conciencia sino que es mucho más largo. Dependiendo de la hora que sea, del tiempo que se haya dormido, del clima, de las responsabilidades y de mucho más, el sueño se va disipando lentamente y va dejando lugar a la vigilia.
Uno cree que habla pero se lo imagina, cree que hace cosas formidables, pero todo es simple imaginación, ficción que nuestra cabeza nos proyecta para adormecernos, despreocuparnos, y llevarnos de vuelta a la cama, a ese mundo en donde las cosas más bellas suceden y las más extraordinarias, que a pesar de ser totalmente incoherentes, en ese momento tienen toda la razón de ser.
¿Quién puede decirme que ese momento de más en la cama no es el momento más sublime del día? En esos minutos, a veces sin darse cuenta horas, uno descansa todo lo que no pudo durante el sueño. Son una especie de fuente de poder, la afamada fuente de la juventud. ¿Acaso no notaron que una vez que uno empieza a levantarse a tiempo como es debido y formando el hábito se empieza a poner viejo, aburrido y sobre todo responsable?
Únanse a mí en la campaña por hacer del ratito de más algo esencial en nuestra cultura.

3 comentarios:

breton dijo...

Me adhiero a su campaña!!
Vote Por Un Ratito Mas!!
Partido ZZZ!!
lista 29

Socram dijo...

Bueno, otro día comentamos, me voy a dormir un poco

Fernando Travaglini dijo...

yo si es por mi dormiria para siempre! ¿QUE UN RATITO DE MAS?? ¡LA ETERNIDAD ENTERA!!