Bueno, muchos ya se habrán preguntado qué es el mundo emboltido. Si no lo hicieron por favor hagan el ejercicio en este instante… ¿listo? Bien.
Es un lugar, si así puede llamárselo, en el que no hay ni largo, ni ancho, ni alto. En realidad nadie sabe si es que hay algo en realidad, ni cómo es, pero afirmamos eso. Muchos lo llaman realidad paralela, pero va más allá de toda comprensión humana, puesto que no existen las dimensiones conocidas por el hombre. No se puede ver lo que uno ve en este mundo. Platón se lo figuró como un mundo celeste en que las ideas viven puras, otros creyeron que era una especie de paraíso. ¿Qué creo yo? Creo que nadie tiene una respuesta acertada, porque las palabras que usan no tienen términos para describirlo, los conceptos no pueden abarcarlo porque excede todo tipo de comprensión.
Sin embargo el problema no radica en definir qué es, sino que en encontrar su entrada. Muchas teorías se han dedicado a buscar una respuesta a este interrogante. Se ha pensado en que se entra cuando uno está en el momento sublime de una montaña rusa, cuando se tira la cadena del inodoro, cuando se alcanzan grandes velocidades, cuando uno se queda colgado mirando el horizonte, y tantas más que pasaría días nombrándolas, unas más coherentes que otras, otras más divertidas que unas, de todo tipo y color, pero ninguna comprobada. Si están atentos en la lectura habrán notado que más que un dónde está la entrada es un cuándo. La contradicción radica en que si alguna persona alguna vez pasó por este mundo no se habría dado cuenta, porque sus sentidos no se lo hubiesen permitido. Pero si nadie nunca estuvo, ¿cómo es que sabemos de su existencia? Esto nos lleva a afirmar que alguien alguna vez pasó por él, y sin haberlo notado sintió esa cosa extraña que produce y lo llamó como pudo. Así es que de generación en generación se transmite el mensaje y seguimos buscando la entrada al mundo emboltido.
Si alguna vez sienten que sus almas se estremecen sin razón alguna, si sienten deseos extraños sin fundamentos lógicos, en ese momento están atravesándolo, o quizá él lo esté atravesando a ustedes. Permitan que se les revele el misterio, estén abiertos a experimentar lo incomprensible y compártanlo para que todos podamos vislumbrar y aclarar la incógnita.
Es un lugar, si así puede llamárselo, en el que no hay ni largo, ni ancho, ni alto. En realidad nadie sabe si es que hay algo en realidad, ni cómo es, pero afirmamos eso. Muchos lo llaman realidad paralela, pero va más allá de toda comprensión humana, puesto que no existen las dimensiones conocidas por el hombre. No se puede ver lo que uno ve en este mundo. Platón se lo figuró como un mundo celeste en que las ideas viven puras, otros creyeron que era una especie de paraíso. ¿Qué creo yo? Creo que nadie tiene una respuesta acertada, porque las palabras que usan no tienen términos para describirlo, los conceptos no pueden abarcarlo porque excede todo tipo de comprensión.
Sin embargo el problema no radica en definir qué es, sino que en encontrar su entrada. Muchas teorías se han dedicado a buscar una respuesta a este interrogante. Se ha pensado en que se entra cuando uno está en el momento sublime de una montaña rusa, cuando se tira la cadena del inodoro, cuando se alcanzan grandes velocidades, cuando uno se queda colgado mirando el horizonte, y tantas más que pasaría días nombrándolas, unas más coherentes que otras, otras más divertidas que unas, de todo tipo y color, pero ninguna comprobada. Si están atentos en la lectura habrán notado que más que un dónde está la entrada es un cuándo. La contradicción radica en que si alguna persona alguna vez pasó por este mundo no se habría dado cuenta, porque sus sentidos no se lo hubiesen permitido. Pero si nadie nunca estuvo, ¿cómo es que sabemos de su existencia? Esto nos lleva a afirmar que alguien alguna vez pasó por él, y sin haberlo notado sintió esa cosa extraña que produce y lo llamó como pudo. Así es que de generación en generación se transmite el mensaje y seguimos buscando la entrada al mundo emboltido.
Si alguna vez sienten que sus almas se estremecen sin razón alguna, si sienten deseos extraños sin fundamentos lógicos, en ese momento están atravesándolo, o quizá él lo esté atravesando a ustedes. Permitan que se les revele el misterio, estén abiertos a experimentar lo incomprensible y compártanlo para que todos podamos vislumbrar y aclarar la incógnita.
Saludos y suerte en el intento.
9 comentarios:
yo vivo en el mundo emboltido... y el mundo emboltido vive en mi...
Cómo podés afirmar eso sin saber qué es el mundo emboltido?
me estremecí mientras me revelabas el secreto del mundo envoltido, pero no puedo ni comenzar a imaginar que habra sido... porque no tendria sentido alguno
saludos
che, y si haces un top ten envez de top five?
Para un Top Ten tengo que pensar demasiado y leer demasiado. Quizá en un futuro. Gracias por las ideas
que te hace pensar que desconozco lo que es el mundo emboltido??
Porque el conocer del hombre se hace por medio de los sentidos, y como afirmé antes, nuestros sentidos no son aptos para captar semejantes dimensiones. Y además el mundo emboltido no puede residir en un lugar de este mundo, un mundo en el cual hay ancho, largo, y alto. Por definición queda excluido de este mundo, lugar en el cual vos si estás incluido. Si el mundo emboltido vive en vos no podrías ser parte de este mundo.
Mundo mundo mundo, se repite demasiado y va a perder el sentido
leyendo tu coso me puse a pensar... no es qe sea ningun milagro, pero: si es un momento feliz vos lo atravesas a el, si te dan ganas de llorar de la nada el te atraviesa a vos... puede ser no? beso, me gusto el planteo.
Todo puede ser, yo no tengo la verdad del mundo emboltido. Nos iluminamos mutuamente.
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