21 noviembre 2005

Runaway

Lo gris me rodea. Ardiente, duro, sofocante. Cada paso que doy me cuesta un Perú. Que ganas de estar en Perú recorriendo los paisajes. De ahí me iría derecho al sur. Choco con las montañas y tengo que tomarme un par de días para descansar, recuperarme de tan tremendo golpe. Abro los ojos y esas montañas no son lo que eran. Montañas si, pero de concreto, ladrillos apilados, columnas de metal. Todo lleno de bichos, insectos insignificantes que corren de un lado para el otro. Todos buscando extraer toda la materia gris posible, queriendo robarte todo lo que tenés en la cabeza. Desastrosamente tengo que convivir todos los días con esto, envuelto en una nube de humo espeso, ácido y calcinante, de a poco me voy convirtiendo en un bicho más. Mi piel se pone oscura, me endurezco, mi cabeza entra en el esquema y me institucionalizo, solo soy uno más del enjambre, de la colonia, del sistema. Lo único que puede salvarme es mantenerme aferrado a lo que queda de mi verdadero yo, mis deseos más íntimos y liberadores. El Génesis de lo que soy, lo más puro de mí. Lo más profundo y límpido, los deseos del corazón que lucha por salir a la naturaleza, escapar de esta jungla de concreto, esta trampa que te atrapa y no deja salir sin romper los esquemas.
Tengo que llegar a un mundo lejano, que rompa todo tipo de bocetos, indefinido, en el cual poder volver a empezar a definirme desde lo desdibujado. Al Mundo Emboltido

3 comentarios:

breton dijo...

this concrete jungle
where the yellow moon wont come out to play
i like
fdfh

Mateo dijo...

Muy bueno. Todo emboltido este desorden.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Lo límpido y la ciudad chocan, y aquí en Lima, el cielo está sucio, y de pronto resplabdece....