02 marzo 2006

Musa

Me agacho y recojo una piedra color verde jade con pequeñas incrustaciones de color más anaranjado. Sin mucho interés la miro de arriba a abajo y no encuentro nada por lo que deba conservarla. La arrojo y al caer en el agua salpica mis botas. Sin cuidado alguno me doy vuelta y me alejo. Dirijo mi andar hacia la nada, hacia donde el tiempo no es lo que es, sino que simplemente se encuentran mis pensamientos y las impresiones de los colores y figuras que vienen a mi mente como un viento cálido y reconfortante. La vida me rodea y me muestra su extraordinaria existencia en lo que parece ser simple a primera vista. Salto troncos secos cubiertos por musgo, esquivo piedras que sobresalen al pasto, admiro fragancias inigualables y así prosigo mi camino.
Sin saber por qué incursiono en un bosque de pinos tan altos que sus copas se disipan en la distancia, algo extraño me atrajo hasta allí, quizá el destino, quizá el instinto, quizá algo superior a todo y es entonces, como en un santuario, cuando la encuentro de frente esperando que al fin la descubra. Fue un encuentro fugaz y plenamente emocionante con el que me bastó comprender: mi musa allí habitaba. Irradiaba luz de la más pura y me hablaba a través de una melodía tan dulce que me capturó por siempre. En el segundo más largo de mi vida clavo mis ojos en los suyos. Siento como un mundo se abre y me devela todos sus misterios. Toda su geografía llena de recovecos misteriosos colmados de sentimientos. Valles, ríos, lagos, bosques y todo tipo de accidentes que marcan su ser de tal forma que no la dejan ser sin ellos. Tan complejo que es imposible contenerlos en una sola mirada. Tomaría todas las vidas posibles de vivir recorrer el eternamente cambiante paisaje de sus pensamientos tan profundos y puros. Luego todos los sonidos callan, la brisa deja de soplar, el suelo se aleja y deja de existir, pierdo la vista y veo la oscuridad plena aunque me alcanza una sensación de plenitud extrema.
Abro los ojos y me descubro tendido en el suelo con una sonrisa inexplicable. Dejé una seña en el lugar para reconocerlo. Cada vez que paso me quedo un rato esperando a que aparezca nuevamente a revitalizarme y darme una buena razón para vivir.

1 comentario:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Es la naturaleza o su imagen de agua y color en el aire.



Y es sublime la mirada...