El habilidoso "hitman" recibe información acerca de su próxima víctima. Un maldito soplón que está por cantar a la policía. Hay que evitar que se sepa el paradero del cabaret clandestino.
Sale de la guarida con sumo cuidado, mirando para ambas esquinas y asegurándose de que nadie lo siga.
Luego de dar el golpe mientras el pobre dormía apaciblemente en su cuarto se saca la sangre de las manos ciudadosamente y borra todo tipo de huellas. Una tarea bien hecha. Su cara no denota ni un sentimiento frente a la masacre perpetuada. Cosa de todos los días.
Luego, a festejar al cabaret que la noche es larga y el acohol corre por las venas de los sedientos.
El capomafia trae consigo la paga por la labor y muchas felicitaciones de parte de la familia. Todos felices.
La noche termina como debe ser, con una dama bien bonita hasta que salga el sol.
3 comentarios:
para más dirigirse a http://esclavosytopadoras.blogspot.com/ o a http://marcosetchart.spaces.live.msn.com/
interesante
Yo decia que la prohibición solo iba a lograr que surgieran antros de perdición como aquel cabaret y maleantes de guante blanco como los de las fotos.
Eliot nes
jajajajaj me gusta me gusta
jajajajj
es groso
Publicar un comentario